“Por eso esperaba con la carita empapada/ que llegaras con rosas/ con mil rosas para mí”. Aquella tierna canción de La Oreja de Van Gogh podría casi escucharse de fondo. En fila y con bolsa en mano, cientos de tucumanos (y algunos turistas) esperan para recibir su flor o su esqueje. Rosas rojas, rosas, amarillas, blancas... “lo que usted quiera”. El panorama es extraño: el espacio está lleno de personas con flores en las manos y con ramas en los bolsos. Pero ojo, nadie está robando. Solo por un día, todos pueden obtener “un pedacito” de El Rosedal.
¡Y vaya que lo hicieron! Hay quienes llegaron con sus utensilios, y otros que se acercaron nada más a recibir los esquejes. Algunos saben mucho de rosas, y también están los que no, pero tienen disposición para aprender. Todos se ven ilusionados por igual: esperan volver a casa para dejar en agua sus ramas y ver brotar esa vida. Sin querer, todos quedarán hermanados por la naturaleza.
Es que ayer la Municipalidad de San Miguel de Tucumán organizó una peculiar propuesta: de 9 a 11, el Rosedal regaló esquejes para plantar en casa. Como la época de poda invernal empieza, ¿qué mejor que ofrecer tallos para plantar en jardines, macetas o balcones?
Flores amarillas
Con una enorme bolsa de consorcio (llena) camina por el Rosedal Alicia Juárez. “Una amiga me dijo que se venía al parque, porque iban a regalar brotes. ¿Cómo no iba a venir yo también? Nos juntamos cuatro y vinimos... y es una muy linda experiencia esta, la de llevarme algo de El Rosedal, a mis 71 años”, resume, mientras muestra alegre su botín: “llevo un poco de todo... obvio, los brotes son para plantar, y las flores para ponerle a la Virgen”, agrega.
El evento no es solo para recibir, sino también para compartir y para informarse. “Hay que elegir los esquejes más leñosos. Si el tallo está verde, liso y con espinas, eso significa inflorescencia. Pero obvio, eso depende también de la variedad de la planta”, detalla Patricia Andrade, una de las empleadas municipales que, con mucho amor, corta los gajos para repartir. Los vecinos la siguen como si fuese una gurú de la poda, y la acompañan a medida que va recorriendo las diferentes variedades de rosas.
Las historias de amor del Rosedal: entre besos clandestinos y promesas eternasEn el parque hay rosas de color fucsia, amarillo, rosado fuerte, blanco y naranja, entre otros tipos, pero la más pedida es la amarilla. Quizá sea por la peculiaridad, o por aquella canción de Floricienta, todos se agolpan a recibir un esqueje de las rosas amarillas. “Lamento desilusionarlos -dice-; pero todas estas flores son injertos, son híbridas. Cuando planten, en su casa van a tener el color de la planta ‘madre’, que probablemente no coincidan con lo que vemos”, explica.
Lo importante es que, sea como sea, todos tendrán un poquito del parque en sus casas. “Esto surgió de una idea nuestra, a partir de que la intendenta, Rossana Chahla, nos pidió que acerquemos el parque a la comunidad. Esto, lo de la poda, es un evento que se hace todos los años, pero es, creo, la primera vez que se invita a la sociedad a llevarse un poquito. Así, de paso, incentivamos a que la ciudad mejore, a que los vecinos tengan flores en su casa y que puedan aprender a respetar los espacios públicos”, explica a LA GACETA el ingeniero Manuel Ángel Díaz, director del parque 9 de Julio.
Renuevan El Rosedal: puesta a punto para la primaveraCuidados
Nadie quiso perderse la jornada. Hugo Varela y su nieto Octavio recogieron varias ramas de diferentes variedades de rosas. “Vi la publicidad en Facebook. Una vez que podamos transplantarlas, vamos a ponerlas en el jardín de casa”, asegura, mientras se toma una fotografía junto al botín. Claro, el parque tiene para todos los gustos: el gran jardín circular resguarda alrededor de 1.500 rosales de distintas especies, como Poulsen, Royal Jubilee, La Sevillana, Alba, Iceberg, Granada, Gold Medal, Graham Thomas y Jardín de París.
Lo que más aconsejan es poner el esqueje en agua por 24 horas, con un tercio del tallo bajo el líquido. Al día siguiente hay que pasarlo a una maceta con tierra fértil, en lo posible con compost. Se pueden agregar fertilizantes y enraizantes. De ahí, cada colaborador brinda sus trucos: algunos hablan de usar azúcar para los esquejes, y otros recomiendan agua con aloe vera. También recomiendan usar rodajas de banana, o de poner los tallos en tierra y arena. Las alternativas son muchas, pero hay algo que no puede faltar: amor. “Hay que tener mano y cuidado, porque ellas presienten y sienten todo. Saben con qué intención las vas a poner; por eso hay que tratarlas con dedicación y delicadeza”, cuenta Lourdes, de 20 años.
Luego de la poda, en el parque se llevarán algunas tareas de mantenimiento en el Rosedal, con la plantación de nuevos ejemplares, la pulverización de oxicloruro de cobre para prevenir los hongos y la colocación de fertilizantes que contienen nitrógeno, fósforo y potasio.
Pero todavía los tucumanos pueden acercarse: por el éxito de la jornada de ayer, la Municipalidad también entregará esquejes hoy. Los interesados podrán acercarse al Rosedal de 9 a 11.